miércoles, 11 de mayo de 2011

Frustración: ser Niñas Bien


El deseo de ser una "Niña Bien" está siempre latente en la vida de una niña como yo: tener el cabello brillante, haber usado frenillos, haber sido perfectamente delgada toda la vida, disfrutar con los deportes, no beber demasiado alcohol, que tus amigos te traten como señorita, no orinar en otro lugar que no sea un baño desinfectado, cubrir el retrete con papel higiénico antes de sentarse, siempre oler bien, siempre estar aseada, con las pestañas crespas, y las uñas con manicure francesa. Usar lima, estar a la moda, tener una familia numerosa, tus padres juntos (peleando todos los días, pero juntos "Gracias a Dios"). Ir al Mes de María, tener el cabello largo largo (y brillante, lo dije?). Pololos adorables y estables. Ser amiga de tus ex, no armar escándalos, no haber caído en depresiones severas, ir a misa en navidad.

Ese es el tipo de niña que hace sentir a las Niñas de Las Nuestras como unos completos machitos (u "hombres con tetas", como suelen decir los amigos de Las Nuestras).

Las Niñas Bien no tienen más amigos que amigas. Y los pocos amigos que tienen no son homosexuales... son su ex... porque los homosexuales son retorcidos, cochinos, y a papá no le gustan.

Cuando pequeña quise ser una Niña Bien, pero no resultó. Me vistieron de rosa, pero preferí el naranjo. Mi cabello me aburre cada vez que termino un ciclo. Me han dicho que parezco lesbiana, y hasta mis propios padres dudaron de mis tendencias sexuales al ver que yo no presentaba pololos como lo hacen las Niñas Bien.

Maldije a Dios y lo sigo haciendo. Cada vez que escuchaba la frase "Dios goza sobre mí" en las canciones de la iglesia, me sentía violada.

La manicure francesa la llevé sólo unas 4 veces, pues las uñas largas y cuidadas son para niñas bien, niñas que no juegan con tierra, al igual que las chaquetas de color blanco.

Los pocos polerones de color blanco, terminaron manchados con ketchup o salsa de tomates. Fui gorda, gorda, gorda, y ahora tengo la piel suelta porque siempre odié el deporte y cualquier tipo de actividad física.

Mis amigos me llamaban "Ale Culiá" cada vez que me tiraba una talla grotesca. A veces permito que mis amigas, Niñas de Las Nuestras, me llamen maraca, zorra, perra o maricona, sólo porque nos divierte.

Sólo he tenido un pololo, suelo confiar mucho en la gente, oriné varias veces en la vía pública (ya no lo hago), he besado más de un hombre en una sola noche, he dicho "te amo" y me he arrepentido, me corté el pelo hasta parecer niñito, dejé el copete y el cigarro y caí en depresión, tuve resistencia a la insulina, hiperandrogenismo, tomo pastillas anticonceptivas desde los 15 años, amo la cerveza más que la coca cola zero, las putas no me molestan, me gusta la comida con mucha fibra, no le hago el quite al Grindcore, tengo los dientes chuecos, probablemente también tenga gingivitis, no voy muy seguido al dentista, mis padres son divorciados, y creo que el aborto es una opción bastante justificable. No quiero casarme, no quiero hijos, no quiero una casa propia, quiero viajar, un departamento, una cama y una mascota...

No soy una Niña Bien... nunca lo seré.

1 comentario:

  1. La única misión de las chaquetas blancas es ser manchadas con vino tomado en la calle, en caja.
    Lo siento, nunca seremos niñas bien.
    "Dios pondrá en mi camino un buen hombre"... "Si me caso y mi esposo me pega, tengo que aguantar, porque es mi familia.."... Prefiero ser de Las Nuestras a ser de ese tipo.

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