Lo pongo así: ya no puedo ni llorar porque hasta eso me duele. Tengo las manos heladas, y un dolor de oídos terrible. Pienso que en cualquier momento pueden comenzar a sangrar.
Me han bajado las defensas por un montón de factores físicos y psicológicos. En realidad era de esperar que mi cuerpo esperara a las vacaciones para deprimirse, es clásico.
Mucho tiempo libre para sentirse mal y mandarse más que una cagada.
No muchos conocen lo que es vivir solo/a. No tener a tu mamá, o a alguien que te pueda cuidar. Alguien que no permita que te levantes más que para ir al baño.
Cuando vives sola tienes que ir a prepararte tus propias sopas de pollo, tus propios juguitos, limonadas, y debes ir a comprar tus medicamentos sola aunque te duela el alma, y la cara de muerte asuste hasta a los perros vagos. Es sin duda alguna una disciplina muy complicada... así es. Vivir sola se ha transformado en una disciplina en la que no muchas sobreviven a la corta edad de 18 años.
Yo creo que los años de prueba son los dos primeros. Si no te embarazas, no te da mamitis aguditis, no contraes alguna ETS, o sencillamente si no te entró el odio por la carrera que estás estudiando, ¡¡Felicidades!! puedes vivir sola.
Es así de sencillo: embarazos, ETS, odio por tu carrera, problemas con la ley o homesick, son las únicos que pueden detenerte. No me ha pasado nada de ello hasta ahora.
Incluso pasar hambre no es tan malo, siempre puede haber una solución a ello.
Yo sinceramente creo que lo más peligroso de vivir sola es acostumbrarse a la soledad. Es como un matrimonio viejo. Te casas con Soledad y resulta que al principio la amas. Nadie te molesta, ni pide explicaciones. No debes avisar a nadie sobre lo que harás o no harás en tu día... es maravilloso. Pero con el pasar de los años, se hace costumbre, y ya no quieres dejar que nadie entre a tu espacio. Te pones mañosa, pero aún así anhelas con que alguien te haga compañía. Sin embargo, ese alguien tiene que hacerte sentir tan bien como te hizo sentir Soledad los primeros años de relación, ¿se entiende?.
En lo personal, creo que la soledad pesa toneladas en momentos como
éste. Pesa muchísimo cuando te pasan cosas que no puedes controlar sola. Cuando necesitas a alguien que te haga la sopa de pollo porque te duele hasta el roce de la ropa, o sencillamente alguien que te abrace cuando estás llorando a mares por algún drama de corte femenino.
El círculo se está acotando cada día más. Por lo menos el mío. El arte de vivir sola tiene sus niveles. Es como el karate. Entonces comienzas siendo cinta blanca. Confías en todo el mundo. Llevas a tus nuevos amigos a tus espacios privados, que se hagan partícipe de tu vida. Estas comenzando algo nuevo y no hay tiempo ni espacio para la desconfianza.
Sales sola por la ciudad sin miedo, pues nunca te ha pasado nada malo, y si eres joven, debes salir de fiesta en fiesta con tus nuevas amistades. La palabra “Riesgo” es un tabú. No se menciona porque trae mala suerte.
Entonces, de pronto, te asaltan, te abusan, te hacen pedazo en algún bar de mala muerte, y aprendes a que debes ir con más cuidado de lo que pensabas. No es tan difícil tomar las precauciones. A algunos les cuesta más que a otros. Sencillamente sales siempre y cuando tengas dinero para taxi de emergencia.
El siguiente nivel lo pasas cuando te das cuenta de que tus nuevos amigos pueden ser tus peores enemigos. Está bien conocer gente, no hay nada de malo en ello... pero se conoce primero y luego la integras a tu vida. Aprendes esto luego de que más de alguna persona que considerabas amiga te da despiadadamente una puñalada por la espalda. Entonces aprendes a acotar, y que lo que siempre dijeron acerca de que los verdaderos amigos son aquellos que prevalecen en el tiempo, es totalmente cierto.
Uno cambia mucho en el proceso, y no es justo que te juzguen por eso. No puedes ser la misma “cinta blanca” que eras el primer año que viviste sola. Empiezas a generar defensas, porque es una jungla y definitivamente la gente se comporta como animales de zoológico.
Es difícil mantenerse viviendo como yo lo hago. Sola año a año, por una choreza. Hay gente a la que literalmente le confías parte de tu vida y de pronto... juegan a la pelota con tus sentimientos.
La vez que decidí tener una pareja salió todo mal. Ok, no seré injusta: casi todo salió mal... no todo.
El punto es que uno le está dejando el paso libre a una persona que recién vienes conociendo, para que entre en tu vida, sea partícipe de ella (no un observador) y pueda hacer incluso modificaciones. Es complicado, para mí por lo menos, dejar que eso suceda nuevamente.
En esta maravillosa disciplina he sabido sobrevivir a duras penas, pero el día de hoy estoy convencida que vivir absolutamente sola es el peor error que un ser humano puede cometer.
Es verdad, es difícil confiar en alguien en estos días, pero también es cierto que la palabra AYUDA existe, y que para ello necesitamos a otros seres humanos. Otros individuos de la especie para que socorran nuestra solitaria existencia.
En mi caso, no suelo pedir ayuda. Me cuesta más que decidir ir al ginecólogo. Pedir ayuda es reconocer que en realidad no puedes con todo. Que la Soledad te supera... bueno, queridos... ese es el siguiente paso que aún no hago, pero estoy lista y dispuesta. Vivir sola no tiene por qué significar vivir en soledad... vivir sola es sobrevivir a un montón de cosas.
Vivir sola es sobrevivir a tu propio silencio y a tus propios pensamientos suicidas. Al hambre que te da cuando ya no te queda dinero para comprar comida decente, a los resfríos de los cuales te tienes que hacer cargo sola, a las veces que la gente que querías te rompe el corazón en mil pedazos, y sobrevivir a la idea de buscar un culpable a todas las cosas malas que van pasando por tu vida.
Quizás muchos piensen que estoy exagerando. Que no es tan malo vivir
así. Pero todo es distinto cuando los medios no te flaquean. Cuando la gente no te falla, y cuando tienes un soporte que te agarre firme cada vez que las piernas se te debilitan.
Es un consejo, nada más. Busquen sus soportes, alguien que les ayude y les quiera cada vez que lo necesiten. Un soporte no es la herramienta básica para practicar la disciplina, pero es extremadamente útil una vez que ya has pasado tantos niveles.
Mírenme a mí parada donde estoy (ok, acostada donde estoy). Veinte mil pesos para un mes... así es, incluye comida, pasajes, carrete. Sin ánimos de ser llorona, sólo darle un poco de realismo a esta cosa: un padre que no aporta un solo peso y mucho menos llama para saber si estoy bien o me falta algo; una hermana que no sabe ni echarle cloro al wáter, y que no barre espacios comunes a menos que se lo pida y pasemos un mal momento juntas; un departamento a cargo, cuentas qué ordenar; una madre con problemas mayores que una hija con amigdalitis y que se encoleriza cada vez que le menciono los problemas de convivencia con mi hermana menor, y una amiga que ruega día a día que no peleemos porque le resulta tan incómodo como a mí me resulta incómodo cuando pelea con su pololo... mi amigo.
Ahora, ¿recuerdan al guatón con acné, meme de porlaputa, que siempre tiene comentarios geeks por vivir dentro de una computadora? Pues algo así me pasa.
El hecho de que no tenga a nadie cerca que me deje tranquila, como: ok, se lo conté a esta persona, let's move on... hace que 1.- comparta mis problemas con muchas personas a través de chats; 2.- publique mis problemas a través de blogger, twitter... facebook no porque es too mainstream.
No juzguen. Es difícil... a veces pienso que voy directo a un cáncer, y se los estoy advirtiendo. Son los riesgos que corres al tomar la opción.