Filo. Fui de nuevo a otro "evento" de aquellos... esta vez en peores condiciones que otros. La verdad es que fui con todo el espíritu de Gorda Lechona Borracha que me caracteriza, pero simplemente me defraudé a mí misma.
Lo que pasa es que me preguntaron: Ale, querís ir al lanzamiento de Nokia Lumia?? A lo que lógicamente yo respondería con un: Habrá copete y comida gratis???
- Claro - me respondió el preguntón.
- Ya, dale, de allá somos - dije, decidida a ir a arrasar con los cócteles, y terminar con la guatita llena, el corazón contento, y lo suficientemente borracha como para mantener la compostura, y volver al día siguiente a la oficina con dignidad y no con una Gatorade en la mano.
El cuento es que fui po. Lo de siempre: gente über cool, gente über ñoña, ahí, reunida una vez más en el mismo sitio.
Yo ya había presenciado la locura por un nuevo smartphone anteriormente. Sabía que nos dirían que este sí, que este aparato nos dejaría con los ojos blancos...
- Mira, lo puedes probar, pruébalo - Me dijo la gaya que me pasó el Xperia S hace un par de meses atrás.
- Eeeeh... ya po - Respondí yo, que soy ÑURDA con el Touchscreen...
Les diré que más me excitó saber que harán una precuela de Sex & The City, que tener el privilegio de tener dos nuevos smartphones en mis manitos de practicante en menos de un año (Encima yo uso BlackBerry, comprenderán que la calidad no es precisamente lo que me importa).
Al avanzar la tarde en aquel fatal día... me empezó a doler tanto la cabeza que pensé que se me saldría disparado el ojo izquierdo, y los dientes, y mi alma: Jaqueca.
Me dieron pastillas, remedios naturales, agua, amor, comprensión... pero no hubo caso. Me dolía que se me partía. Pero una que es choriza y más hueona que los perros nuevos, fui igual no más. Al menos una copa de champaña tendría que beberme y sacar pica a todos...
NADA. Estando allá sufrí como pocas veces en la vida he sufrido. Se me partía la cabeza en mil pedazos, como el corazón de la Cristina Rosenvinge, y más encima el teléfono utiliza sistema operativo Windows Phone... no sé si las cosas pudieron ser peor.
"Nokia y Windows se unen para... morir de la mano". Pero igual, a una le da pena poner cara de: Qué ?? A esto vineeee???, si los anfitriones te están tratando TAN RE BIEN, como si realmente les importara tu presencia ahí. Así que puse cara de: me duele demasiado la cabeza como para ponerles buena cara (muy honesto de mi parte, ah).
"Entonces podés conectar tus contactos del teléfono, con los datos de facebook y... outlook..." y sentí otra puntada en mi cabeza. OUTLOOK!!!!?????!!!!!!?????!!!!...
Entonces me di cuenta de que señores de Nokia y señores de Microsoft no aprenden na. Acá nos interesa Gmail, e incluso le hacemos empeño por mantener a Google+ con vida, porque le tenemos cariño a los señores de Google... pero, diosito... cómo no comprenden que hay que ya es tiempo de algo nuevo. Outlook tuvo su tiempo, por allá en los noventa, principios del 2000... pero 2012, cuando las dos compañías se encuentran agonizantes, rogando piedad, y me presentan un smartphone con OUTLOOK???? No, no... no sé si podía ser peor.
Pensé en tanta gente que ha comprendido el valor de reinventarse para seguir vigente: Bowie, Madonna, Kylie Minogue... ya po Microsoft!!! corta tu hueveo, invéntate algo nuevo...
Lo peor de lo peor, es que veo el logo de Internet Explorer, y sentí por unos LARGUÍSIMOS minutos que me iba a morir. De verdad que lo pensé.
Filo, seguía con mi espíritu: VAMOS por el cóctel!!
Bajamos a una mini-fiesta con mini-Djs tocando punchi punchi un buen rato. Se vio un countdown arriba del centro comercial en el que estábamos.... y casi me matan con una presentación que incluía música mala, y explosiones hasta que salía el famoso teléfono y todos aplaudimos.
Aplaudí... pero aplaudí porque los zapatos de la organizadora, y su corte de cabello, y su acento argentino... merecían un aplauso.
Finalmente en el cóctel no pude más que tomarme una champaña y partir a casa. Casi vomito en el camino, y me bajé del auto a agonizar frente a mi condominio. Me acosté, y de todas formas el dolor no se pasó ni siquiera a la mañana siguiente. Pasé a la farmacia implorando piedad, me dieron una pastilla que empezaba con "Migra..." y pensé: esto debe hacerme bien. Y llegué igualmente indigna a la oficina, con mi bolsita de la farmacia.
Pero bueno... una mala decisión... a quién no le ha pasado en la vida????