Hay muchos errores que cometí por cobardía y pudor, y de los cuales me arrepiento profundamente, sobre todo pensando en el futuro de miles de chicas que pueden ser futuras víctimas de el cerdo que me acosó.
La cosa pasó así:
- Hace exactamente un año atrás estuve haciendo trabajando en un medio de comunicación.
Yo suelo llevarme bien con la gente con quien trabajo, independiente de si es mujer u hombre. No me gusta la mala onda en el ambiente laboral, y por lo mismo, suelo reírme harto y tratar de pasarla lo mejor que se pueda... más que mal, se pasan más horas con tus compañeros de pega que con tu propia familia o amigos.
La cosa es que soy tan buena ondi, que a alguna gente no le cuesta nada entrar en confianza conmigo. Soy de risa fácil y suelo estar de buen humor. No me cuesta nada reírme de las tallas fomes, y sonrío la mayor parte del tiempo... lo cual a veces puede ser un problema.
Pero cuento corto: mi editor me empezó a acosar.
Empezó sutilmente comentándome que al igual que a mí, el álbum TEN de Pearl jam, a él le había salvado la vida. Posteriormente empezó a confesarme lo mucho que me estimaba y lo genial que creía él que era yo, por lo mucho que me reía, y lo confiada que siempre me he mostrado... yo ya lo encontraba raro. ¿Cómo tanta empatía con una cabra chica de 22 años cursando 5to año de universidad? Aclaremos las cosas: él tenía 33-34, estaba casado, tenía 2 hijos, y estaba tan hecho mierda que parecía en realidad de 50 años. Un cerdo.
Yo no tengo problemas con que la gente me demuestre lo mucho que me estima y lo bacán que creen que soy (obvio que no, me encanta!!), pero:
1.- era mi jefe
2.- era casado
3.- era mi jefe!!!
Ok, puede que tu jefe te estime, y te lo diga... okay, que esté casado, ok!!! pero QUE TE MANDE MENSAJES POR EL CHAT DE BLACKBERRY A LAS 1 AM para preguntarte que cuándo le aceptarás una invitación a ir a tomar unas cervezas, incluyendo corazones, caritas felices, entre otras weás???????????????
NO POS WEÓN, así no funciona ná la cosa.
Quedé helada, por supuesto. No sabía qué chucha hacer con el mensaje... me dio tanta weá que lo bloqueé, no le respondí más y borré los mensajes... CRASO ERROR!!!!!!
Al día siguiente me pidió disculpas por la misma vía, como quien no quiere la cosa... yo le dije que Ok, lo disculpaba, pero que el trato no correspondía... y no le hablé más. Se fue bloqueado por el resto de los días. Pero en cuanto se dio cuenta que lo tenía bloqueado por Gtalk y BBChat, el muy imbécil comenzó a mandarme mensajes directos por TW, así que tuve que bloquearlo por ahí también.
Tanto fue mi pudor, mi vergüenza y mi sentimiento de culpa que borré todos los mensajes y toda la evidencia. Pensé: "quizás fui yo la que dio las señales equivocadas... fui demasiado simpática!!!"
Pero no. Siempre he sido igual y era la primera vez que me sucedía algo así.
Dejé de hablarle al tipo, y solo lo contactaba para lo justo y necesario. Estaba indignada con todos. Me sentía vulnerable, no tenía a quién me defendiera, y estaba viviendo una de mis mayores crisis emocionales de los últimos años. Estaba chapico!!
Pasaba todo el día histérica en la pega, pensando que muchos sabían lo que estaba pasando y se burlaban de mí. Empecé a quedarme callada, sonreír y reír menos. Ser más seria... pero me angustiaba la situación.
Colapsé en el minuto que me enteré gracias a otro compañero de pega que el muy asqueroso había contado a los colegas que entre nosotros 2 había tensión sexual. Cosa que pocos le creyeron, porque el huevón de verdad tenía un aspecto más bien repulsivo.
Ese mismo día no aguanté más y me fui a llorar al baño (un clásico), y llamé a mi madre:
- No aguanto, mamá!! No sé qué hacer!!
- Habla con tu jefe... el que tenga más poder sobre todos...
- Pero cómo!!
- Le explicas lo que te pasó. Hija, no te quedes callada, piensa en todas esas niñas que pueden sufrir lo mismo que tú en un futuro...
- Bueno... hablaré con mi jefe :(
Y eso hice. Le dije por chat a mi jefe que necesitaba hablar un rato con él en privado sobre un tema delicado... por supuesto que me costó!! Me costó como 1 mes hablar la hueá!!!
Cuando finalmente hablé con él no pude contener el llanto. Le dije todo lo que estaba pasando y lo harta que estaba de la situación. Él me preguntó que si acaso tenía el registro de los mensajes, le conté que los había borrado y por qué los había borrado (me daban asco). Me dijo que si me volvía a mandar algún mensaje que por favor lo guardara, que no lo borrara. Que serviría como prueba en el caso de presentar una denuncia... pero nunca más volvió a mandar un solo mensaje, y esa misma semana el muy cochino renunció.
Lo único bueno de esta situación es la moraleja: que si alguna vez me vuelve a pasar algo parecido ya sé que no me tengo que quedar callada, que no tengo que borrar los mensajes, y que por sobre todas las cosas, no hay que dejar que nadie cambie tu forma de ser cuando estás cómoda contigo misma. La culpa no es tuya, sino del pervertido que te ve con otros ojos.
