sábado, 20 de noviembre de 2010
N°7, como jack daniels
viernes, 19 de noviembre de 2010
My name is Lucy Sullivan (citas)
—Pero era muy fría —explicó Daniel—. Cuando tienes la impresión de que a tu compañera de cama ni siquiera le gustas, se te quitan las ganas. Contrariamente a todas esas cosas horribles que piensas de mí (y de los hombres en general, por lo visto), las tetas grandes y los polvos no son mis dos objetivos prioritarios. Hay otras cosas que también me interesan.
—¿Como qué? —pregunté con desconfianza.
—Pues no sé, el sentido del humor, por ejemplo. Y también me habría gustado no tener que pagarlo siempre todo.
—¿Qué te pasa de repente con el dinero? —pregunté, sorprendida—. No te estarás
volviendo tacaño, ¿verdad?
—No, Lucy. El dinero no me importa. Lo que me molestaba era que Karen nunca se ofrecía siquiera a pagar. No habría estado mal que de vez en cuando me hubiera invitado ella a algo.
—A lo mejor es que no puede permitírselo —sugerí, dubitativa.
—Es igual, Lucy. Lo que importa es el gesto. Seguramente, de todos modos yo no le habría dejado pagar."
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Justicia divina
Yo les diré lo que es objetivamente justo right now... ok, son sólo algunos ejemplos pero igual valen:
To her:
- Encontrarte a tu ex con su nueva (gorda y fea) novia, mientras tú luces reluciente, más delgada y estupendamente feliz, con un trabajo por el que te pagan como si trabajaras en VOGUE.
To him:
- Encontrate a tu ex embarazada, con su nuevo pololo que más bien es un pelele sin mucha gracia, mientras tú te encuentras trabajando en un lugar con el sueldo de ingeniero en minas.
Eso, señores, es justicia aquí y en la quebrada del ají... pero queda siempre en manos del destino, o de una buena dieta. Sólo hay que tener voluntad.
Ahora, sin tocar nuevamente a ex novios.
To her:
- Haberte comido una barra de chocolate entera tú sola, y posteriormente un helado (ok, individual, no nos pongamos extremos) después de haber realizado una dieta de más de un año, y NO SENTIR NI UN ÁPICE DE CULPA!
To him:
- Comprar una moto luego de haber trabajado como burro durante cinco años, y que tu madre no se moleste.
¿Entienden que muchas veces la justicia queda en manos de nuestra mente y disposición? Por ejemplo, en el último ejemplo, hay que considerar que tu mamá no se enojará siempre y cuando le pagues un viaje, o un día en un SPA (como en las películas gringas o los libros de Marian Keyes).
Eso sexo.