jueves, 21 de julio de 2011

La romántica historia de mis viejas converse rojas


Un día de septiembre mis padres me llevaron a comprar zapatillas. Yo lo único que quería en esos años era tener una converse rojas.

Compré unas que no eran como el común de las converse de colores. Eran unas rojas de color desgastado, cordones amarillentos y la estrella marcada en policuero (no creo que sea cuero). En fin.

Corría el año... mmm 2004, y todos amaban mis lindas zapatillas converse de color rojo... ya es 2011 y aún las ocupo a veces.

Las miro con amor, no sé cómo han sobrevivido tantos años... a tantos vómitos, a tantas meadas... debo decir que no todo el vómito ha sido mío, y lamentablemente, las meadas tampoco.

Recuerdo una vez en especial, cuando aún eran algo así como nuevas... las vomité encima en un carrete. El vómito las dejó marcadas como si le hubiese tirado cloro encima, y yo lo encontré de lo más cool en ese entonces.

Yo, sinceramente creo, que mis zapatillas deberían sobrevivir al holocausto zombie junto a las cucarachas... son invencibles.


NOTA: la zapatilla de la derecha es su sucesora... esa foto la tomé cuando no encontré el par de la roja y tuve que salir de mi casa con una de cada una.

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