jueves, 16 de junio de 2011

Paihuano - Las Gordas


- Azafatooo!!! Azafatooo!! - gritaba la gorda.

A mí me tenía un poco llena la flaite esa, porque nosotras, ok, flaites igual, pero NUNCA TANTO. Esta gorda con trenzas pegadas al cráneo y aros enormes... se pasó.

Íbamos en una micro directos a pegarnos una segunda patita en Paihuano... cantábamos atrás de la micro una canción idiota que se me había ocurrido en base al regetón de moda: y yo me voy pal valle!!! y con los locos yo me voy pal valle!!! vamo a quedar rajas... en el valle!!!

En realidad, la gorda me tenía chata no por flaite, sino porque era más escandalosa que todas nosotras juntas.

- Ya po azafato, venga!!! - Le decía al auxiliar de la micro.

El "azafato" llegó y le preguntó que qué quería. Ella le dijo que si le podía dar su número de teléfono... yo pensé: esta se pasó.

Apenas nos bajamos de la micro, pensamos: y ahora qué hacemos??? armar las carpas ni cagando... almorzar?? paja... tomemos!!!

Abrimos nuestro pisco sour de reserva... y empinamos el codo toda la tarde. Llegó la noche y seguíamos tomando.

"Puta hueona, me siento gooorda", llorábamos con una. Yo le decía "sí weón, yo igual, siento que estoy tan obesa weón...", era cierto. Estábamos pasadas de peso pero así como para llorar, estando ebrias... ya era segunda vez que me pasaba.

Anteriormente me había puesto a llorar en un carrete porque me sentía gorda, y llegó la ex bulímica a darme la charla de que mi cuerpo era precioso, que no me cagara la siquis.

Pero de vuelta en Paihuano: ahí estaba yo, llorando a moco tendío abrazando a la segunda gorda del carrete.

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