miércoles, 6 de abril de 2011

Y... lavé ropa



Vivir sola conlleva que día a día tengas la posibilidad de sorprendente con "pequeñas grandes cosas".

Hace unos días les conté que no había lavado ropa... y por flojera, sueño, y verdadero cansancio, postergué el trámite hasta el día de hoy.

Durante estos días, en los que no tenía mucha ropa limpia, tuve que recurrir a mis reservas de ropa interior: aquella ropa interior que sabes que deberías botar por INDECENTE, pero que también sabes que te sirve en estas circunstancias: cuando ya no te queda nada más para usar.

Ese calzón bolsudo comprado en el Lider a 3x1, o aquel sostén que compraste cuando tenías muchos kilitos demás y que ahora te queda tan suelto que a veces se te baja hasta el ombligo.

También está ese pantalón "flúor" de hace 4 años, que no usarías para ir a la universidad, ni en volada de Peyote.

Mi clóset se vuelve una Cajita Feliz cuando no lavo ropa.

2 comentarios:

  1. ese pantalón que no te pondrías no en volá de peyote acaba de robarse mi corazón, es tan lindoooooooo <3

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  2. Cuando se te acabe toda la ropa decente, su volada de peyote, y listo, tienes mucha ropa con la que salir jaja

    Saludos!

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