viernes, 3 de junio de 2011

Dulce

"Cuídala, porque la Ale es una niña aún... una niña muy dulce, aunque no se le note a simple vista".

Cuando mi papá dijo eso me dieron ganas de llorar. Me dio rabia que alguien tan relevante como mi padre, pudiese creer que yo era dulce cuando en realidad lo único que quería era que la gente me tuviese miedo.

Gracias a él viví mucho tiempo creyendo que el miedo era la vía al respeto.

¿Les digo algo?

¡Las pelotas!

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