jueves, 29 de diciembre de 2011

Mi nueva tarotista Parte 1

Mi amiga Fernanda siempre me ha sacado el rollo con el Tarot antes de empezar cualquier nuevo ciclo, o cuando quiero cerrar uno. Por mí lo hace gratis. 

Lamentablemente la Feña ha estado un poco más aproblemada que yo este último tiempo. 

Casi nunca nos vemos. Somos amigas desde 1o medio, cuando nos conocimos en el último colegio al que fui en La Serena, y por cosas de la vida, vinimos a parar las dos a Santiago. Ella antes que yo sosí. 

Cada vez que la voy a ver, es como sentir el llamado mental de la Feña. Ella dice que siempre le aparezco en momentos cruciales :) y eso es lindo. Nadie quiere ser un estorbo estos días, y es bacán aparecer cuando la gente la necesita, o la quiere cerca, así se siente más el cariño. 

Este año tuve que cambiar de tarotista a su tarotista. Yo también puedo leer el tarot. Tengo el mío empolvándose en el clóset. Me lo regaló mi hermana hace muchos años atrás, pero soy tan "chupadora de energías" que prefiero no leerlo, sobre todo, si aparece alguien desafiante y me dice como: a ver, léemelas po, a ver si las sabís leer!... ni ahí con aweonaos (con todo respeto, estimados)

Aaaaaaasíiiii que... debido a que la Feñita no anda muy bien, le di vacaciones por este semestre jejejeje, y me fui donde mi BRAND NEW tarotista: una vieja de ojos caídos (o cansados), con un collar con las cuentas de Changó (el santo cubano), el pelo alborotado, de color rojizo, o morado, y con los lentes ópticos en la cabeza. Sus cartas son redondas, y cada vez que termina una frase, te dice "mi niña" (aunque creo que dependerá del género).

La weá es que fui, me senté, y le pedí que me hiciera la tirada completa (7 lucas), porque ando terrible brígida... okay, no yo, pero mi familia se aweonó de nuevo, como todas las familias lo hacen de repente.


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