Hoy fui a un Starbucks apenas salí del lugar donde estoy haciendo la práctica. Me senté en un lugar aislado, en donde había un cómodo sitial y una mesa, para poder "escribir los versos más lindos de esta tarde".
Me coloqué los audífonos con el volumen a todo dar, sólo por el placer de sentir los bajos en los sesos... y entonces llega una pareja a interrumpir mi exquisita soledad. Como yo soy metiche, y el hecho de vivir sola hace que necesite un poco de chisme ajeno, apagué mi reproductor sin sacarme los audífonos de los oídos (no quería espantarlos), y me puse a escucharlos.
La chica era chilena, el chico probablemente canadiense, aunque no podría estar segura. Sólo recuerdo que la chica le preguntó que de dónde venía y él le dijo que de Toronto. Ella realmente parecía alucinada, y yo con mi bombilla sorbeteaba y sorbeteaba mi frapuccino mocha mientras escuchaba:
- I really like your eyes... hahaha, hey, don't look at me like that (un tanto nerviosa)
Él hablaba más bajo que ella, por lo que no podía entender todo lo que decía.
Ella le contó todo lo que había hecho en el día, y todo lo que tuvo que viajar para encontrarse con él en aquel Starbucks, y él se disculpó por haberla hecho llegar tan lejos. Ella le dijo que no se preocupara, que "she really wanted to meet him", so... acto seguido siguieron hablando de cosas, flirteando, y ella bebía muy señorita alguna bebida caliente con un calor de 31°C. Admirable, qué quieren que les diga.
Yo tengo tres posibles razones por las cuales la chica hablaba tan fuerte... mejor dicho, se lo joteaba tan abiertamente frente a mí;
1.- Creía que seguía escuchando música
2.- Creía que no entendía inglés
3.- Quería presumir
La cuarta razón que tengo no la cuento, porque es fome: quizás sencillamente estaba "ni ahí".
Esa fue mi cita del día... hasta ahí duró porque el tipo me aburrió, la chica era emocionante y audaz, pero el chico era demasiado polite.
Espero que tengan buenas citas esta semana.
Al.
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