Siempre se me ha ocurrido que a los animales que mudan de piel les debe doler un poquito... bueno, eso mismo me está pasando a mí ahora. Me duele un poco este cambio de piel. Sé que es necesario, que mi piel ya está gastada, vieja, quemada... que debo hacer esto, renovar, seguir avanzando. No quiero seguir pegada.
Recuerdo cuando no tenía esta clase de pensamientos hace unos años atrás. No me sentía mal por nada ni nadie. Vivía sin pasión, sin ninguna clase de sentimiento que me desequilibrara las emociones. Pero era TERRILE' FOME!!
Hace meses que todos los días, todos los putos días que pienso en alguien. Todos los días quiero saber qué piensa, qué dice, qué hace... sólo por saber, pero a estas alturas, sinceramente, ya resulta patético. Es algo que desde luego ya no llegó a ningún lado. Hay que quitar esta piel muerta... me era difícil, por el ambiente. Todo seguía recordándome su existencia.
Tengo la esperanza, que ahora que estoy cambiando de piel, de sitio, de ambiente, por fin pueda seguir adelante. No es bueno estar estancada. No es sana esta angustia. Una angustia producto de la impotencia de nada sea como una lo esperaba. De darte cuenta que en realidad no se puede pedir algo a alguien que no quiere dar. Y dar gratis, no es algo que me convenga por estos días. A nadie.
Espero tener buenas distracciones. Espero lograr quererme un poco más... ya estoy demasiado gastada. Siento que mi cara es la de una vieja amarga, con los músculos faciales caídos por la frustración. Quiero volver a ser joven todo el tiempo.
Es tiempo de mover el culo de este sitio. El sitio donde no he ganado más de lo que he perdido. Fue una pésima inversión de energía, tiempo y cariño... mucho cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario