jueves, 4 de agosto de 2011

Marcha 4 de Agosto 2011, una irresponsabilidad

Qué irresponsabilidad por parte de los dirigentes seguir adelante con la marcha este 4 de Agosto 2011, aún cuando no fue autorizada. Mucho manoseo de las palabras “democracia” e “intransigencia”, pero he de decir que la construcción de la democracia no es esclusiva responsabilidad de las autoridades. Creo que es responsabilidad de ustedes, como personas con consciencia, con valores, buscar un nuevo camino que no ponga en peligro la vida e integridad física de los adherentes. Por otra parte, bastante egoísta me parece hacer vista gorda a los daños causados en las marchas anteriores. Creo que las “Marchas” ya comienzan a ser una costumbre bien anticuada, poco efectiva y falta de sentido.

Me parece especialmente reprochable la del día de hoy, esta vez porque me afectan las imágenes que veo a través de los medios de comunicación. Lo más parecido a una guerra civil se está llevando a cabo en estos momentos a las12.58 PM, a sólo cuadras de mi casa.

Cientos de menores de edad, siendo reprimidos por las fuerzas especiales de carabineros, y contra atacando con armas artesanales, piedras, destrozando señaléticas.

Siempre he apoyado la causa estudiantil, pero me parece totalmente contraproducente ver el comportamiento animal que supone apoyar una causa razonable. Una causa fundada en ideas, en estudios, en reflexiones respecto a la situación actual por la que pasa nuestro sistema educacional.

Al principio aplaudí de pie las innovadoras formas de manifestación que se llevaban a cabo en el centro de la ciudad. Pero desde entonces hasta ahora, llegamos a la misma animalidad con la que finalizó todo por el 2006, con la llamada “Revolución Pingüina” que lo único que realmente revolucionó fueron los niveles de adrenalina de los participantes.

Pero volviendo nuevamente al concepto de irresponsabilidad del que creo que los dirigentes esta vez deben hacerse cargo: son niños. Bien sabemos muchos que no estamos estudiando pedagogía, que uno de los temores principales de ejercer la docencia es que estos niños, adolescentes, como quiera llamárseles, son personas en una etapa en la que se les hace difícil el autocontrol. Necesitan un buen líder, y lo lamento mucho, pero queda demostrado hoy, que ustedes, como “líderes estudiantiles” no han cumplido bien con el papel.

Lamento mucho por el país.


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