martes, 24 de agosto de 2010

This is me primera parte.


Hace mucho tiempo que no puedo escribir nada interesante, yo diría que hace más de un año. Siento que todo lo que escribo está vacío, y eso me desespera un poco. No es justo que me suceda esto porque prácticamente es lo único en lo que en algún momento me destaqué.


Entré a estudiar periodismo para poder escribir el resto de mi vida, ese era el plan, pero ahora que estoy “vacía” de ideas y sentimientos concretos no le encuentro sentido a seguir dándole con ese plan, pero soy burra, o más bien, obstinada, y haré lo que sea para recuperar ese amor por las letras, los puntos, las comas, los tildes, todo aquello que antes me apasionaba. Necesito leer cosas que me interesan, y no encuentro. Por ahora me conformo con las imágenes, y pienso que talvés mi papá tenía razón: debí haber estudiado fotografía.


Tengo planes, sin duda alguna; sino fuese así estaría aún peor de lo que estoy: quiero viajar, trabajar, y seguir viajando. Quiero estudiar algún otro idioma aparte del inglés, quiero tocar un instrumento y apasionarme por la música nuevamente. Quiero volver a cantar y creerme la raja cantando en un coro de mala muerte. Quiero que me odien por amar la técnica, y quiero dejar un poco de mí en aquellos corazones que me interesan. Tengo planes, sí que los tengo.


Últimamente me he sentido vacía porque no sé por dónde empezar. Me suele pasar cuando tengo muchas cosas que quiero hacer y aún no puedo empezar a hacer ninguna. Me apesta que los días sean tan cortos a veces, y otras veces me apesta que los días parezcan interminables cuando lo único que quiero es que el tiempo avance.


A veces pierdo el interés en el periodismo por que me decepcionan los periodistas, otras veces me encantan. La mayoría de las veces siento que yo como periodista no sería muy buena, pero la gente me da esperanzas. Yo debería seguir escribiendo, debería también comprender de una vez por todas que siempre habrá alguien mejor que yo, y que eso no quiere decir que yo sea penca... puede que en otra cosa yo sea mejor que quién sea mejor periodista que yo, por ejemplo, y eso es lo justo, porque así debe ser la vida.


Envidio a esa gente a la que se le reconocen los talentos, de verdad que los envidio, y no me gusta la envidia, pero se siente, y mueve harto a quien quiere alcanzar alguna meta... a mí me inmoviliza pensar que nunca podré llegar a ser lo suficientemente buena, y eso está mal. [otro punto en mi lista de asuntos pendientes]


To be continued...


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