Cuando me subía al bus para venir a Concepción, pensaba "¿por qué es que Concepción no deja de llamarse así y se llama Conce no más, de una buena vez?", la verdad es que hasta en situaciones formales da paja decir Concepción. (Ese fue EL comentario del día)
Les cuento: Estoy pero es que feliz!!! esperanzadoramente feliz. He llegado a Concepción y mi mamá me ha iluminado la vida como suele hacerlo... eso nada más.
Estoy en Concepción, estoy feliz, estoy con mamá, y nos iremos a pasar el Bicentenario a Santiago, porque allá es donde las papas queman, y donde los edificios son más altos, el aire más cochino, y donde lanzarán fuegos artificiales desde el palacio de gobierno, espero sacar fotografías para que sepan de qué hablo los que no cachan ni una. Jeje... ¡¡Feliz Septiembre, chicos!!
PS: hermanita, te adoro :*
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